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ante los conflictos y la pérdida de la paz

Escriba: Renata González
Fecha: Noviembre 2008

Cuando te hayas ante un conflicto o la pérdida de tu paz, debes recordar que sólo hay una cosa que no has dado. Todos los conflictos, son una falta de perdón.

Nuestra mente es como un gran proyector de nuestras creencias (ideas que yo creo que son verdad, sin cuestionarlas siquiera) que se van cristalizando y materializando en lo que yo creo es mi “realidad”. Si no te gusta lo que está sucediendo con cualquier persona en tu entorno, sería mejor que mirases dentro de ti qué creencia estás alojando que convoca a esta persona a comportarse de esa manera; sin culpa (la culpa bloquearía el milagro, no sirve para nada y debilita la fuerza de mi Ser pleno), sólo asumiendo con alegría la responsabilidad y actuando en consecuencia. La alegría es porque…¿qué puede ser más dichoso que saber que tienes el poder para cambiar de opinión y entonces proyectar un mundo dichoso? Si estoy alegre de ver un evento que no me guste no es que me volví loco(a); sino que ahora tengo la oportunidad de cambiarlo con herramientas divinas que antes no tenía idea. Mira, si alguien me grita, por ejemplo, seguramente es que tengo alojada dentro de mí la creencia de que hay personas en el mundo que pueden gritan y que pueden gritarme a mí. Esto encausa mi energía personal y llama al testigo de mi creencia. Si tu ubicas este pensamiento que tiene normalmente su causa en la escasez ó victimización ó considerarme vulnerable, inadecuado, en competencia feroz, ser limitado, estar en peligro, que no merezco la abundancia, que no merezco ser amado, etc., etc.; y su efecto en que me siento mal acerca de lo que hace la persona que me grita. Puedes entregar este pensamiento desde su causa (no su efecto) a tu maestro interno (Espíritu Santo) para que te lo intercambie por la luz.

¿Cómo deshago lo que he proyectado?
Primero debes ubicar la causa. Si no realizas esta introspección con toda honestidad, estarás dando vueltas sobre este proceso hasta que lo hagas. Al miedo hay que verlo de frente y después juzgarlo como lo haría el Espíritu Santo: que no es nada, que no me sirve y que por tanto ya lo entrego.

Entonces dí: “Amado Espíritu Santo, ayúdame a ver a mi bendita hermano(a) _____(menciona su nombre)________, como el Ser maravilloso de luz que en realidad es. Te entrego todo pensamiento equivocado que tengo en relación a él(ella) para que tú lo intercambies por tu luz y sanes mis percepciones. Que así sea, así es, gracias, infinitas gracias.”

Entonces te diriges a tu hermano(a) mentalmente y le dices:
1. Gracias (la herramienta divina de gratitud permite interrumpir la convocatoria errada, además de que realmente y de corazón le agradeces porque el papel que está desempeñando te permite reconocer que hay un pensamiento errado dentro de ti y gracias a él(ella), ahora puedes deshacerte para siempre de sus efectos al entregárselo al Espíritu Santo. Si no lo haces, esta situación se vuelve a presentar después para darte nuevamente la oportunidad de cambiarlo; con el mismo u otro hermano. Pero recuerda, siempre, siempre, siempre puedes cambiar de opinión y utilizar la divina herramienta),
2. Lo siento (la herramienta del perdón, utilizada de esta forma, afirma que tú estás dipuesto(a) a ser responsable por tus pensamientos y a reclamar tu derecho divino del poder de tu pensamiento; así mismo, libera toda convocatoria previa y cambia de dirección hacia la verdad de tu ser, que es el merecimiento de estar en armonía con todo),
3. Te amo (el amor que todo lo abarca, al reconocerse, elimina todos los bloqueos hacia la experiencia armónica con mi hermano(a))

Esta poderosísisma herramienta: “Gracias, Lo siento, te amo” es capaz de sanar todo conflicto, malestar, todo, todo, todo. ¿Qué tan efectiva es?... Eso depende…¿qué tan honesto es tu creencia firme en que tú proyectas el mundo que ves y por tanto puedes cambiarlo, qué tanta responsabilidad estás dispuesta a asumir?, porque la honestidad con la que aplicas la herramienta y estar dispuesto(a) a asumir el 100% de responsabilidad, tuya y de tu hermano(a), toda la abarcas tú sólo(a); será la medida en que sea efectiva la herramienta; por eso Un Curso de Milagros dice: “Él que esté más cuerdo de los dos en el momento en que se perciba la amenaza, debe recordar cuán profundo es su endeudamiento con el otro y cuánta gratitud le debe, y alegrarse de poder pagar esa deuda brindando felicidad a ambos." (UCDM: T-18.V.7) Debes recordar que este es un camino de Amor, entregarlo debe ser incondicional y genuino. El universo no actuará en esta dirección sin tú absoluta honestidad. Y la máxima bendición es que la sanación, no sólo la recibes tú; sino también tu hermano(a). Esto te convierte en un Obrador de Milagros.

¿Cuántas veces aplico esto?
Con una sola con toda honestidad, sería suficiente; pero repítela mientras lo creas necesario,

Hasta 70 X 7 = 490 veces.

Es una metáfora mayormente, quiere decir que tengas mucha, mucha paciencia y que lo repitas en tanto lo sientas necesario; aunque con una sola vez con toda la honestidad sería suficiente. De donde proviene es de la Biblia: “1 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano” …” ¿Hasta siete?” “22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.” La palabra clave es “hasta”, que quiere decir que será el máximo de veces; pero que la ilusión que es opuesta al Amor (armonía perfecta) se desvanecerá en la nada de la que provino, de eso no cabe la menor duda. “Ahora debes aprender que sólo la paciencia infinita produce resultados inmediatos.(UCDM: T-5.6.12:1). La paciencia es una actitud, exenta de urgencia, que descansa en la certeza absoluta que lo que es Verdad será revelado y ni el tiempo, ni el espacio pueden obstaculizar que se revele; por lo que la actitud es de una expectativa serena y alegre a la vez, sin apego a los resultados. Tal vez estos son mayores de lo que tú imaginas, por lo que no hay que decidir cuáles han de ser. La única razón por la que tengo la ilusión de no contar con paciencia es porque tengo que reforzar, no la paciencia, sino la causa de que no la experimente de forma natural: mi confianza en el proceso, en las manos de quién estoy, cuál es la Verdad y que todo, todo, todo lo que viene a mi es perfecto y maravilloso. Que me quepa al menos la duda y si puedo, mejor la certeza, de que hay alguien que sabe qué es lo mejor para mí y me haría infinitamente feliz, y que puede actuar si yo me mantengo en esta actitud y no determino yo lo que debe acontecer. A mí sólo me compete relajarme y estar en esa dulce y alegre actitud.

¿Qué hago después?
Confiar, plenamente en las manos de quién estás. Lo que suceda después es el resultado de la sanación. No quieras determinar qué es lo que más conviene. Tú no lo sabes, pero permanece seguro(a) que en las manos de Dios, será lo que sea necesario para que tu estés en un ambiente laboral, de pareja, amistad, social, etc. digno de ti, bendito(a) Hijo(a) de Dios, en donde seas amado(a), respetado(a), te encuentres en abundancia, plenitud y estés en el ejercicio pleno de tu Ser, haciendo gala de tus dones y talentos para el beneficio tuyo y de todos tus hermanos. En donde puedas en verdad ser intensamente Feliz.

Levantemos de las cenizas nuestros corazones y dirijámoslos hacia la vida, recordando que Eso es lo que se nos promete, y que este curso nos fue enviado para allanar el sendero de la luz y enseñarnos, paso a paso, cómo regresar al eterno Ser que creíamos haber perdido. (UCDM: W.pI.Quinto Repaso.5:4)

 
   
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